Rincones Cotidianos

lunes, julio 23, 2007

La historia de un NO

La siguiente historia sucedió en chile en la década de los 80 y nos enseña entre muchas otras cosas como un NO puede ser positivo y como el NO de la gente se enfrento al SÍ del poder político y militar.

“Una de las cláusulas de la Constitución creada por Pinochet (1980) para legalizarse como presidente, estipulaba que en 1988 se consultaría al pueblo para determinar la continuidad de su gobierno, y en caso de ser rechazado se llamaría a elecciones democráticas al año siguiente; el General no imaginó que podía ser derrotado en su propio juego”[1]

La apuesta de Pinochet se basó en un control total de los medios de comunicación y el temor de la población a manifestarse contra él. Gran parte de su propaganda consistió en amenazar con el regreso del comunismo y del desorden previo a la dictadura si el mismo Pinochet no vencía.[2]

"Pinochet orquestó una campaña masiva de propaganda, en cambio la oposición sólo obtuvo en la televisión quince minutos diarios a las once de la noche, cuando se esperaba que todo el mundo estuviera durmiendo. Instantes antes de la hora señalada sonaban las alarmas de tres millones de relojes y los chilenos se sacudían el sueño para ver el fabuloso cuarto de hora en que el ingenio popular alcanzó niveles de genialidad.” [1]

“La campaña del NO se caracterizó por humor, juventud y espíritu de reconciliación y esperanza. La campaña del SI era un engendro de himnos militares, amenazas, discursos del General rodeado de emblemas patrióticos, trozos de antiguos documentales que mostraban al pueblo haciendo cola en tiempos de la Unidad Popular. Si todavía quedaban indecisos la chispa del NO venció la pesada majadería del SI y Pinochet perdió el plebiscito" [1]

A tempranas horas de la tarde ya se suponìa que Pinochet había sido derrotado pero ni el Gobierno de Chile, a través de su vocero, Alberto Cardemil, ni los medios de comunicación entregaron información alguna, sin embargo, en un programa televisivo en directo, el presidente del oficialsta partido Renovaciòn Nacional, Sergio Onofre Jarpa felicitó a los dirigentes opositores por el triunfo, pese a esto el Gobierno seguía manipulando la entrega de resultados hasta la madrugada, cuando finalmente el General del Aire, Fernando Matthei, miembro de la Junta Militar (poder legislativo), reconoció la derrota. Tras bambalinas se filtró a la opinión pública que Pinochet intentó dar un autogolpe de Estado pero el general Fernando Matthei se opuso tenazmente a este intento [2]

Y la campaña del SÍ, embestida de temor, fue derrotada por la del NO, embestida de esperanza, de alegría y de optimismo, no fueron los minutos al aire, ni las artimañas, ni los recursos económicos los que al final decidieron la elección. Las amenazas de comunismo y anarquía no surtieron efecto, el optimismo del NO se impuso al pesimismo del SÍ y se demostró una vez más que no siempre decir SÍ es avanzar sino que algunas veces se avanza más diciendo que NO.


[1] Tomado de Paula de Isabel Allende.
[2] http://es.wikipedia.org/wiki/Augusto_Pinochet

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Gobierno de Coalición

Hoy mi otro Yo habló conmigo y me dijo: "Mae Vic, vos y yo tenemos que hablar muy seriamente, necesitamos tiempo a solas, porque sino no sé en que vamos a parar", yo simplemnte asentí y le dije "tenés razón" como muy pocas veces hago. Me dijo que necesitamos conversar sin que esté ella presente, que no vamos a perder el tiempo haciendo diagnósticos de ¿Por qué no me quiere? ¿Qué hice mal? ya a decir verdad no vale la pena.
Por ahora mi otro yo (el que piensa) y mi yo (el que ama) tienen mucho que negociar, tienen que ponerse de acuerdo para un gobierno compartido de mi ser, no se puede seguir viviendo bajo las leyes del amor, pero tampoco entrar a la dictadura de la razón y como en toda negociación hay cosas innegociables, cosas negociables y muchas reglas, la primera de ella es que mi yo (el que piensa) tiene que dejar de tratar de estúpido a mi yo (el que ama) y mi yo (el que ama) tiene que dejar de tratar de ciego a mi yo (el que piensa).

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domingo, julio 22, 2007

Reflejos

Con los años creo que he ido desarrollando una capacidad sorprendente de reflejarme, de escuchar una canción, ver una película, escuchar una historia y pensar: “eso me pasa a mi” y ahí sigo reflejándome en las tristes canciones de trova, en los dramas del cine independiente, en el teatro y no es más que la muestra de que cada momento que pasa la realidad está más lejos, se ve más borrosa, como con niebla y se escucha tan lejos, con eco.
Leo un libro, y me identifico con el personaje, pero solamente con sus incapacidades, con sus sufrimientos, sus pesares, porque de sufrimientos, pesares y desamores están plagados los últimos años y más me encojo, me repliego, me retiro, no sé si cansado de sufrir o cansado de ver mi sufrimiento en todas partes.
Con el pasar de los años cada análisis de causas arrojó resultados diferentes, que tiempo, que dinero, que prioridades y ahora que se me acabaron las excusas estoy aquí solo y ya no sé a qué se debe, creo que lo único que queda es entender que se debe a mí, que mis acciones, mis actitudes, mis culpas y mis disculpas me han llevado a donde estoy, que siempre fui un soñador que no tuvo miedo de perseguir sus sueños y ahora mi nave espacial está varada a medio camino entre la tierra y aquella estrella que perseguí, y a nadie le interesa ir a rescatarme, porque como leí en algún lado “el amor es como Don Quijote, cuando recupera la cordura es que está listo para morir”.
Y ahora me resuenan en la cabeza todas las advertencias, y quienes tienen el derecho a decir “te lo dije”, porque a decir verdad tengo que entender que me equivoqué ¿Qué si me arrepiento? pues no, la verdad lo volvería a intentar, pero si estoy aturdido aún, tantos fracasos sentimentales consecutivos lo dejan a uno con una tormenta de sentimientos que es muy difícil de controlar.

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viernes, julio 20, 2007

Collage

A mí me gusta cantar, cuando estoy triste canto para desahogarme, cuando estoy feliz canto de felicidad, aveces me toca cantar viajera y echar atrás, otras tantas, le canto a alguien y las que quedan me canto a mí.
Y no es que cante bonito (no del todo) es solo que me gusta cantar, aveces canto en la mente sin abrir la boca, pinto mi vida con un collage de canciones que me traen soporte, escape, demencia o tranquilidad, “ y así yo canto para recordar que sigues a mi lado, que aún sueñas despierta porque así vencemos el cansancio y así yo canto para recordar que aún seguimos vivos…” [Ismael Serrano]y divago entre letras, notas y canciones y pienso en vos, “Y abrázame fuerte, que no pueda respirar tengo miedo de que un día ya no quiera bailar conmigo nunca más…”[Pedro Guerra] y es que no quiero que te me convirtás en un recuerdo, de esos fríos, porque ahora que “por fin comienzo a ver que estoy dejando de callar que te amo, que me detienes la respiración, que atraen mi vida tus puertos tiranos a donde siempre apunto mi amante embarcación” [Fernando Delgadillo] es me dices que “hoy buscas en mi un amigo que haga un poco porque alcances lo que anhelas…” [Fernando Delgadillo] y yo que “Sé que siempre fui el contigo que tuviste cada instante de tu vida, alguien que lo daba todo sin pedirte ni siquiera la verdad. Siempre tuviste a este cómplice que vino sin que le necesitaras porque concebía el mundo desde tus ojos si ellos me querían mirar” [Fernando Delgadillo] y sabes que “no importa que digan que está trillado hablar de amor que maldigan si no han probado la noche en tus brazos de sol” porque “te quiero tanto, tanto te quiero, que en este abrazo se me acaba el universo” [Alejandro FIlio].
“Déjame que te robe un beso, como roba la tarde en el silencio diez minutos al reloj, déjame que me instale al centro de tu pecho como si fuera cierto que tu boca me llamo, deja que el tiempo nos demuestre que los dos estamos hechos corazón a corazón” [Alejandro FIlio].
Ya ves que te decía que estas en todas las canciones, “así fue como aprendí que la historia de mi vida fue cantada por ahí” [Bernardo Quesada] y que nos queda más historia, en más canciones, en más poesía, y vos que decías que no se podía, pero ya ves muchas veces cuando canto, canto gracias a vos, porque tu me das fuerza para cantar y me permitís soñar...

sábado, julio 14, 2007

En el restaurante

Él la esperaba impaciente en la puerta, del cielo, cada gota se asemejaba a una lágrima de esas que salen de un corazón roto, pensé. En su semblante se notaba la incomodidad, más allá de las ropas mojadas parecía no tener un buen día, parecía impaciente.
De un momento a otro apareció ella, era realmente hermosa, y más que hermosa atractiva, tenía ese “no sé qué” que hace que los hombres nos deshagamos por una mujer que no necesariamente es tan bonita, ese “atractivo”, era alta, elegante, misteriosa.
Él la mira fijamente y su rostro se tornó agridulce, en el límite entre el amor y el odio, la saludó con un abrazo fuerte, de esos llenos de amor unilateral, de ese amor para el que no hay un TLC, sino que cada quien lo da cuando y como quiere, si en el CAFTA se incluyera el amor él podría llevar el caso a cierta comisión con domicilio en nueva york y definitivamente la condenarían por “restringirle el libre acceso a su amor”, porque es casi seguro que él cumple con todos los requisitos que las “leyes del corazón” establecen para ser elegible, pero ella no le brinda “libre acceso a su corazón”, puede que sea el hombre ideal, amoroso, detallista, fiel, inteligente, pero para ella no es más que la “respuesta perfecta a la pregunta equivocada”, siempre pensó que es un gran tipo, que se merece una buena mujer, pero no entiende que él a quien quiere es a ella, y que es tan obstinado-digo yo- tan valiente –dice él- para no huir, pero no siempre ser valiente es lo mejor, los mayores actos de valentía son los que llevan a perder las guerras.
Y es fácil leer sus labios, le dijo: “te quiero”, esos “te quiero” que no son más que una prisión, porque nadie con corazón contesta a un “te quiero” que proviene de una persona a la que estima al menos un poquito con un “gracias pero yo no” o lo que es peor con un “yo también pero no de la misma forma” y eso que algunos llaman consideración yo lo llamo lástima, me pregunto ¿cuántas veces se lo ha dicho? ¿cuánto tiempo llevan jugando al gato y al ratón? uno tratando de darse a entender y la otra tratando de hacerse la desentendida, y es doloroso para los dos, porque ella igual lo quiere, pero no de la misma forma.
Entran al restaurante y toman una mesa, a dos de la mía, y así me hacen feliz, puedo seguir infiriendo y de paso escapando de mi monótona realidad, reflejándome. El mesero le lleva la carta, piden una botella de un vino de mediano rango, él presuroso por alejar al mesero continúa la conversación y ella toma ese semblante de interesada, aunque por dentro debe estar pensando “de nuevo la misma parla” pero es un acto más de misericordia, un poquito más de toda la lástima que alguien como él se merece, es que “es tan bueno” pero como bien dice sabina: “en cuestiones de amor siempre pierde el mejor” él prosigue con su conversación, aunque sabe lo que piensa ella, no necesita leer la mente para eso, él sabe que la quiere de una forma muy pura, muy atropellada, muy desinteresada y el amor al igual que el odio, sin interés no existen y ella lo sabe. Como cuesta reconocer que uno se equivoca, pero es más difícil reconocer que uno tiene razón cuando esa no es la razón que quiere escuchar… y él sabe que tiene razón, ella no lo quiere y nunca lo va a querer por más detallista, amoroso, consecuente, solamente logrará aumentar la presión y llevar esto a un punto de no regreso porque el amor en una vía llega a cansar, a los dos, al que lo da porque desgasta dar y dar sin recibir nada a cambio y al que lo recibe porque al principio siempre hay donde ponerlo pero llega a un punto en que te empieza a asfixiar, te llena la casa y en cualquier puerta que abres sale un poco y te cae encima y tienes que andar limpiando restos de amor indeseado, hasta que ya no puedes “recibir visitas” en la sala de tu corazón porque por ahí aparece y te preguntan –¿eso qué es?- y hay que contestar –ah muestras de amor de un iluso que es muy buena gente- y el iluso que está al otro lado de la mesa, con quien compartes el vino, sabe que eso está pasando, lo siente, y sabe que están llegando a ese punto de no regreso, y sabe que no debería pero sigue, porque nunca ha desistido en nada y prefiere arrepentirse de haberlo intentado, pero igual no lo intenta de la mejor forma, solo se convierte en un mal crónico, para los dos.
Ordenan e intercambian sonrisas, gestos, guiños, para suavizar el ambiente y él se ilusiona, por un abrazo, por un cariño, es como esos perritos callejeros que nunca nadie les ha dado cariño, y con solo que los veas con compasión te siguen a casa…
El amor es complicado cuando existe en ambos lados, cuando existe en sólo un lado, lo que va es amor y lo que vuelve es compasión y al final alguien explota, no soporta seguirse enamorando o seguir compadeciendo, o se harta de que se enamoren o se compadezcan de él.
Y al final de la noche le dirá que fue estupenda la velada, que “la quiere mucho” y ella le dirá “yo también” y no es que no fuera estupenda la velada o que alguno de los dos este mintiendo, es que los dos se quieren mucho, uno como para seguirle dando su amor y la otra su compasión, que al fin y al cabo no es lo que cada cual quiere del otro, pero les da un pretexto para ir a comer juntos, para tomarse de la mano, para sentirse menos solos, mientras dure…


La foto en Café Boruca hace tiempo ya...

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