Reflejos
Con los años creo que he ido desarrollando una capacidad sorprendente de reflejarme, de escuchar una canción, ver una película, escuchar una historia y pensar: “eso me pasa a mi” y ahí sigo reflejándome en las tristes canciones de trova, en los dramas del cine independiente, en el teatro y no es más que la muestra de que cada momento que pasa la realidad está más lejos, se ve más borrosa, como con niebla y se escucha tan lejos, con eco.
Leo un libro, y me identifico con el personaje, pero solamente con sus incapacidades, con sus sufrimientos, sus pesares, porque de sufrimientos, pesares y desamores están plagados los últimos años y más me encojo, me repliego, me retiro, no sé si cansado de sufrir o cansado de ver mi sufrimiento en todas partes.
Con el pasar de los años cada análisis de causas arrojó resultados diferentes, que tiempo, que dinero, que prioridades y ahora que se me acabaron las excusas estoy aquí solo y ya no sé a qué se debe, creo que lo único que queda es entender que se debe a mí, que mis acciones, mis actitudes, mis culpas y mis disculpas me han llevado a donde estoy, que siempre fui un soñador que no tuvo miedo de perseguir sus sueños y ahora mi nave espacial está varada a medio camino entre la tierra y aquella estrella que perseguí, y a nadie le interesa ir a rescatarme, porque como leí en algún lado “el amor es como Don Quijote, cuando recupera la cordura es que está listo para morir”.
Y ahora me resuenan en la cabeza todas las advertencias, y quienes tienen el derecho a decir “te lo dije”, porque a decir verdad tengo que entender que me equivoqué ¿Qué si me arrepiento? pues no, la verdad lo volvería a intentar, pero si estoy aturdido aún, tantos fracasos sentimentales consecutivos lo dejan a uno con una tormenta de sentimientos que es muy difícil de controlar.
Leo un libro, y me identifico con el personaje, pero solamente con sus incapacidades, con sus sufrimientos, sus pesares, porque de sufrimientos, pesares y desamores están plagados los últimos años y más me encojo, me repliego, me retiro, no sé si cansado de sufrir o cansado de ver mi sufrimiento en todas partes.
Con el pasar de los años cada análisis de causas arrojó resultados diferentes, que tiempo, que dinero, que prioridades y ahora que se me acabaron las excusas estoy aquí solo y ya no sé a qué se debe, creo que lo único que queda es entender que se debe a mí, que mis acciones, mis actitudes, mis culpas y mis disculpas me han llevado a donde estoy, que siempre fui un soñador que no tuvo miedo de perseguir sus sueños y ahora mi nave espacial está varada a medio camino entre la tierra y aquella estrella que perseguí, y a nadie le interesa ir a rescatarme, porque como leí en algún lado “el amor es como Don Quijote, cuando recupera la cordura es que está listo para morir”.
Y ahora me resuenan en la cabeza todas las advertencias, y quienes tienen el derecho a decir “te lo dije”, porque a decir verdad tengo que entender que me equivoqué ¿Qué si me arrepiento? pues no, la verdad lo volvería a intentar, pero si estoy aturdido aún, tantos fracasos sentimentales consecutivos lo dejan a uno con una tormenta de sentimientos que es muy difícil de controlar.
Etiquetas: despechos
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