Encrucijada

Sería más fácil que un día de estos me levantara con la plena y justa convicción de odiarte, que no quisiera saber más de ti y a las 8:30 en punto te dijera que no quiero volver a saber más de ti, que te voy a borrar de mi teléfono, de mi correo, de mi Messenger y lo que es más difícil aún: de mis pensamientos
Sería más sencillo que un día de estos te hartes de mí y me digas: “de una vez por todas déjame en paz”, esa sería una forma sencilla de salir de esto.
El problema es que entre vos y yo las cosas están claras, vos sólo podés ofrecerme parte de lo que yo quiero de ti, y no me queda más que conformarme con eso, es lo que hay, no más. Pero la lucha se libra dentro de mí, donde existen dos partes encontradas, la primera la que entiende que es demasiado complicado seguir queriendo más de lo que vos estás dispuesta a dar y por tanto prefiere irse por el camino más sencillo, la otra parte sabe que no va a obtener lo que quiere de ti, pero no le importa, está dispuesta a seguir queriendo aunque nunca sea correspondida pero siente que darse por vencido sería traicionar lo que siente. Y me pregunto ¿Qué es mejor, saber que no se puede ganar la guerra y retirarse o morir con las botas puestas?

Articulo VIII
Queda decretado que el mayor dolor
siempre fue y será siempre
no poder amar a quien se ama
sabiendo que es el agua
quien da a la planta el milagro de la flor.
Los estatutos del Hombre, Thiago de Mello, Traducción Pablo Neruda

No.
No desmiento mis deseos,
Tu cuerpo se escurre entre mis manos en cada sueño,
No niego de ninguna forma
Que desde que mi mente trata de no tenerte, sufro.
Y no poder quererte es como negar tu esencia,
Estoy en una encrucijada que tiene aspecto de final,
Y escribo poemas con sabor a despedida y reproche,
Frases con olor a despecho y que raspan como lija.
Y no es más que los últimos momentos
De algo que muere condenado por mis delirios y tus embrujos,
Enviciado de mis fantasías y envenenado de tus verdades.