Historias

A mí me gusta escuchar historias, me gusta contar historias, las historias son al fin y al cabo lo que sostiene nuestra vida y siempre hay una historia, hay historias para la oficina, otras tantas para la casa y una cantidad casi inagotable para el bar. No existe un sitio en el que tantas historias flotan en el aire como en un bar, la máxima expresión, la máxima variedad, y es que están en el ambiente perfecto, en un caldo de cultivo riquísimo para que las historias surjan, crezcan y se multipliquen.Las temáticas, las más variadas aunque por excelencia las de mujeres (o de hombres en su defecto) y las de despecho ocupan un lugar preponderante.
Todos sabemos que nuestros blogs son como bares, son sitios llenos de historias, donde se entremezclan la realidad con la fantasía, lo mundano con lo espiritual, lo científico con lo empírico, es donde ponemos ilusiones y desilusiones, donde cuando estoy triste busco consuelo y cuando estoy contento comparto mi alegría, y no es porque lo lea alguien más, porque aveces quienes leen nuestros blogs son en su mayoría gente que ya conocen esas historias (o en mi caso esas histerias) y todo esto me lleva a pensar algo muy importante ¿Qué haría yo sin mi blog? Y para no ser mal anfitrión comparto la pregunta con mis estimados visitantes ¿Qué sería de su vida sin su blog?