Rincones Cotidianos

lunes, agosto 13, 2007

Reencuentros

Hola, hace días que no saludaba, pero es que primero estaba de vacaciones y la semana pasada estuve muy enfermo, incapacitado y todo. En realidad quisiera contarles muchas cosas, pero no creo que me alcance las fuerzas ni su paciencia así que voy a tratar de hacer una síntesis rápida de estas últimas semanas.

Facundo y una noche de verdades
Y vino Facundo, buenísimo el concierto y la noche se llenó de ese aire perfecto que incita a la verdad, entre más verdades decía facundo en el escenario, más valor agarraba yo para mis verdades y cuando cerró como de costumbre y dijo aquello de “ahora mismo le podés decir basta a la mujer que no amas” y yo pensé: ¿le podré decir basta a esa mujer que no me ama?…

El Caribe, su ausencia y mis carencias
Hoy hace un sol precioso, la verdad que bueno que ella no está por acá, me dejó pensar, contemplando este hermoso mar Caribe, caminando, con tiempo para leer, he podido estudiar mis carencias, analizar mis pasos.
Gracias a la recomendación de Lucho, mi compañero de viaje se llamó Tokio Blues de donde parafraseo lo que sucedió durante este claustro caribeño “pensé en la infinidad de cosas que había perdido en el curso de mi vida, pensé en el tiempo perdido, en las personas que habían muerto, en las que me habían abandonado, en los sentimientos que jamás volverían” y vinieron a mi mente recuerdos que estaban según yo completamente olvidados…

La luz de la Luna
Aquella noche, tenía yo unos 16 años, fui al cine con una chica de 14, cuando llegamos a su casa, nos sentamos largo rato a contemplar la luna, esa luna hermosa, en realidad creo que esa fue la última vez que abracé a una chica por tanto rato a la luz de la luna y fue tan bonito recordarla, explorar lo que sentía por ella y pensar que habrá sido de su vida, ahora debe ser una mujer grande y responsable, con un trabajo que le causa estrés, y tal vez algún día cuando la luna está grande en el horizonte, de golpe, le viene el recuerdo de aquel chico que la abrazaba a la luz de la luna y pensará: “ya debe estar casado” y pensará que tengo una vida de película, una vida de “happy end”… y vivieron felices para siempre… eso es lo bonito de la imaginación, hace que todo sea posible…

El amargo sabor de la rendición
Yo no me considero un ganador, aunque tampoco un perdedor, sencillamente aveces gano y aveces pierdo, hay cosas en las que casi siempre gano y cosas en las que casi siempre pierdo, así es la vida, pero lo que nunca he hecho es rendirme, nunca, yo no soy el tipo de persona que se deja capturar vivo, ni tampoco el que toma prisioneros, yo puedo decir con certeza que no me rindo, aveces sé que voy a perder y que es una tontería seguir pero sigo, me llevo el golpe, pero no me rindo, me limpio las heridas y sigo adelante con la tranquilidad de que lo intenté.
Ahora, por primera vez en mi vida estoy tomando en consideración rendirme en algo, es sólo que quizás ya llego la hora, pero tiene todo un trasfondo, de rendirme sería para no herir más a alguien a quien quiero montones, porque no se merece este castigo, pero no sé si me voy a perdonar el rendirme con ella, si no me lo perdono es probable que nunca más quiera verla y la habré perdido sin haber hecho siquiera el intento, la habré perdido sin luchar y la presión se hace tan grande que necesito rendirme o ir hasta las últimas consecuencias, pero ya no hay más allá…

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1 Comments:

  • Vic... yo creo que las cosas inhibidas no sirven... o se dicen y se hacen o se dejan ir... todo debe fluir siempre que se pueda y a veces, los nudos hay que soltarlos y ver qué pasa... la energía, si se deja fijada sólo consigue hacernos daño...

    By Blogger Sirena, at 4:04 p. m.  

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