Princesas, Dragones y Castillos
Ahora que he llegado a contar varios siglos en la tierra, tengo por fin algo que decir de los Castillos: son más fríos cada día, y más raros y menos buenos, si al fin y al cabo sólo son Castillos que nunca lo fueron... nunca albergaron una familia sencilla y trabajadora, sólo son Castillos, prepotentes, altaneros, tan hermosos como faltos de calor interno, sólo Castillos ellos, yo solamente un plebeyo.
Ahora que los Dragones se han extinto, pues nadie más cree ya en ellos, puedo decir que no eran malos tipos, sólo maltratados por los cuentos. Que cuando en realidad llegabas a conocer a uno, te dabas cuenta que se habían defendido, como cualquiera de nosotros lo habría hecho, después de siglos de persecuciones maltratos y despechos, eran buenos tipos los Dragones lástima que se fueron lejos.
Y de las Princesas, lejos estaban de ser indefensas las mosquitas muertas, al fin y al cabo ya ni los Dragones ni los Castillos siguen vivos, al final sólo quedaron ellas. Las Princesas, niñas mimadas, malcriadas, insolentes y abusivas, parecen no muy diferentes a las que hay hoy en día; porque las Princesas, existen aún más allá de los Castillos, los Dragones y los cuentos, la Princesa que reina en mi corazón, la niña de mis sueños, la Princesa...
He visto muchas Princesas sucumbir ante sus propios encantos, creerse mucho para sus Castillos, sentirse superior a sus Dragones...
Yo no sé tanto de Princesas, Castillos y Dragones, sólo extraño aquellos tiempos en que todo tenía un orden, cuando creía en la ingenuidad de las Princesas, la bondad de los Castillos y la maldad de los Dragones, la verdad parece que con el tiempo todo deja de ser blanco o negro, debe ser un signo de que estoy creciendo, si esto debe ser un signo, esto de que cada vez entiendo menos...
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